La organización llevaba neumáticos y otra mercadería desde Bolivia a Salta y Jujuy, para luego traladarlos al centro del país. Cómo operaban.
Las primeras alertas llegaron hace casi un mes atrás a la Justicia Federal de Córdoba. Un grupo de comerciantes se mostraban preocupados por lo que entendían que se trataba de una competencia tan desleal como ilícita. Denunciaron que un grupo estaba llevando cubiertas de contrabando desde el norte del país hacia Córdoba, donde las comercializaban a mitad del precio al que venden los negocios legales. Incluso, acotaron, habían rastreado algunas de estas "ofertas" en diversos sitios de Internet.
Fue entonces que a Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Córdoba”, de Gendarmería Nacional, se abocó a intentar identificar a los responsables detrás de esta maniobra.
El fiscal federal Maximiliano Hairabedian con el control del juez Alejandro Sánchez Freyte fueron los responsables de liderar esta pesquisa que en las últimas horas arrojó un allanamiento calificado como "positivo" por los investigadores.
En un domicilio de la localidad de Malagueño, se logró la incautación de 915 neumáticos de distintas marcas y medidas, mercadería sin documentación, entre los que se destacaron 114 docenas de calzado de caucho tipo “crocs”, 385 termos, docenas de indumentaria, colchas, 15 bultos de mantas, entre otros elementos; 5.299.000 y 305 dólares estadounidenses.
Allí también se secuestraron un camión Iveco, un utilitario Mercedes Sprinter, una camioneta Toyota Hilux, un auto Renault Fluence, un Fiat Uno.
En ese inmueble, cuatro personas fueron identificadas en el marco de una causa penal por una presunta infracción a la Ley 22.415 del “Código Aduanero”.
El volumen de todo lo secuestrado, según estimaciones oficiales, ascendería a casi 300 millones de pesos.
De acuerdo a la investigación, se trataría de una organización que contrabandeaba las cubiertas y el resto de la mercadería desde Bolivia a la Argentina, aprovechando los innumerables pasos clandestinos que hay en la llamada "frontera seca". Acopiaban todo en domicilios de Orán, La Quiaca o Salvador Mazza, y una vez que coordinaban el viaje hacia Córdoba partían como si se tratara de un convoy.
La mercadería, por lo general, iba en el camión o en la Mercedes Sprinter, mientras que unos kilómetros más adelante circulaban los otros vehículos. En la jerga delictiva se dice que estos rodados iban "abriendo la ruta": avisaban si había controles, para que el camión o el utilitario que llevaba la mercadería contrabandeada pudiera cambiar de recorrido antes.
Las fuentes consultadas apuntaron que tras dejar Salta y Jujuy, la organización pasaba por Tucumán, Santiago del Estero e ingresaba por la ruta nacional 9 norte a la provincia de Córdoba. Si estaba el control casi permanente de Gendarmería en Sinsacate, cerca de Jesús María, se desviaban antes y terminaban el recorrido hacia la Capital cordobesa por la ruta nacional 38.