Según Brett Leatherman, nuevo jefe de la División Cibernética del FBI, grupos como Salt Typhoon siguen activos y apuntan a sectores estratégicos como telecomunicaciones e infraestructura crítica. A diferencia de los ciberataques visibles y disruptivos, las operaciones de espionaje digital chino se desarrollan en silencio, acumulando daños estratégicos a largo plazo.
Salt Typhoon y la guerra silenciosa de China contra EE.UU.
Las amenazas cibernéticas provenientes de China continúan siendo una de las principales preocupaciones para el FBI, incluso cuando la atención pública se ha volcado recientemente hacia posibles represalias de Irán. La actividad de grupos como Salt Typhoon no se detiene y representa una campaña de espionaje estratégico a largo plazo. A diferencia de los ciberataques de alto impacto mediático, las intrusiones chinas suelen pasar desapercibidas, pero logran vulnerar redes de telecomunicaciones, infraestructuras críticas y bases de datos sensibles, acumulando daño estructural con el tiempo.
Según Brett Leatherman, el objetivo de estas campañas es claro: mapear las redes estratégicas de EE.UU., erosionar su ventaja tecnológica y consolidar una base de datos que combine información robada de distintas fuentes. Este patrón sostenido de ataque, advierte el FBI, no debe subestimarse. La amenaza no solo es persistente, sino sofisticada: se apoya en terceros para facilitar accesos, se extiende a múltiples sectores y forma parte de una estrategia más amplia de competencia tecnológica y geopolítica.
El FBI refuerza su vigilancia ante la amenaza cibernética iraní
La reciente escalada en Medio Oriente, marcada por los ataques estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes, ha encendido las alarmas en materia de ciberseguridad. El FBI se mantiene en vigilancia constante ante la posibilidad de que Irán, o grupos respaldados por su gobierno, lancen ciberataques contra intereses estadounidenses. Leatherman confirmó que ya se están coordinando esfuerzos con Israel y socios europeos para monitorear cualquier intento de intrusión digital.
Para responder a este riesgo, el FBI opera activamente a través del Centro de Misión de Amenazas de Irán (ITMC), un equipo interagencial que incluye a las divisiones de Contraterrorismo y Contrainteligencia. Leatherman enfatizó que se trata de un esfuerzo colaborativo con el objetivo de proteger al país mediante la integración de disciplinas y una respuesta anticipada ante cualquier ofensiva cibernética. En este contexto, Washington no solo debe preocuparse por ataques directos, sino también por acciones indirectas ejecutadas a través de grupos aliados o proxies digitales.